“Dios les da nuevas fuerzas a los débiles y cansados. Los jóvenes se cansan por más fuertes que sean, pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse.” Isaías XL, 29-31
Seguramente todos han practicado deporte alguna vez y participan de las clases de educación física. Recuerdo que al menos una vez al año o semestre nos hacían una prueba de resistencia. Era mortal. 20 vueltas al circuito…… cuando estábamos en la número 11 no queríamos mover un solo pié más. Sin embargo al menos debían ser 17 para obtener el 4. En medio del trote y los minutos había un instante en que o te rendías cayendo al suelo o superabas la barrera del cansancio y llegabas entero y poderoso a las 20 vueltas….. un 7. La clave era no rendirse cuando más difícil se veía la carrera. Algo pasaba.
En la vida nos pasa exactamente lo mismo. La vida es como una carrera y hay momentos en que queremos desfallecer. Los obstáculos son como los problemas que se nos presentan y cansa tener que superarlos. Sin embargo la Biblia dice que Dios está atento para ayudar a los que se sienten débiles o están pasando por una aflicción o problema. Dios ayuda hasta los jóvenes que parecen tener tanta fuerza y ser incansables, incluso se les compara con un águila.
Te imaginas ser incansable?….. seríamos superiores a cualquier héroe de la historia o de los comics.
Recuerda que hay competencias en distintos deportes y categorías. Lo que para un escolar de 12 años resulta una larga distancia, para un maratonista de 25 años no lo es tanto. Correr 200 kilómetros es imposible, pero un ciclista los hace en unas pocas horas……. Del mismo modo Dios conoce las capacidades de cada uno, según su edad, su familia, su contexto cultural, social y económico y cada uno corre su propia carrera. En donde estés, Dios te puede transformar en un atleta incansable. A la edad que tengas, existe algún desafío, tus 12 ó 15 ó 30 años son un instante en la maratón de tu vida……. Si te sientes cansado….. pone tus fuerzas en las manos de Dios. Supera el umbral del cansancio y renueva tus energías.
El mismo apóstol Pablo escribió hace mucho tiempo que el corre hasta la meta, a recibir el premio que Dios le tiene preparado.
Vamos que se puede….. Dios te da fuerzas.